He amado.
He llorado.
Mi alma se partió
en dos mitades asimétricas,
y la he reparado
como he podido.
He reído.
Me he
avergonzado.
He quedado
maravillado.
He deseado mi
muerte,
incluso la he
planificado.
He sentido.
He mentido.
He sido honesto.
Hice daño.
He hablado.
He callado,
casi siempre.
He soñado,
despierto y
dormido.
He cansado mis
piernas.
He estrellado mi
cuerpo,
contra el suelo.
Y contra otros
cuerpos también.
He besado otros
labios.
He mirado otros
ojos.
He querido ser el
reflejo
en el espejo.
He querido ser
más robusto.
He querido ser
más delgado.
He cantado
canciones.
He escrito mis
desvaríos (y lo sigo haciendo).
He leído muchas
cosas.
Y el pasado
16 de Junio,
he cumplido 25
años.
En esta realidad.