sábado, diciembre 18, 2010

Corazón y pedacitos de corazón

Hoy salí de casa, con menos esperanzas de las que nunca tengo, con menos palabras de las que soy dueño y con el corazón en mis manos. Si es que eso puede llamarse corazón después de todo, después de nada. Porque lo que realmente llevaba en aquellas manos mías, eran, literalmente, pedazos de algo que alguna vez fue, piezas hechas jirones deshilachados de aquella carne trémula que alguna vez supo ser, fibras desgarradas por el paso de las emociones y oxidadas por el paso del tiempo. Esguince de aurículas y ventrículos quizá. Caminaba sin mirar mis pasos en el suelo y con la idea de que todos harían un paso al costado para dejarme pasar, hasta alguno quizá se ofrecería a enmendar aquellas piezas desparramadas por mis manos. Pero no. Así caminaba, mirando mis manos, hasta que de repente otras manos me detuvieron porque esas envolvieron a aquellas. Ella envolvió con sus manos las mías y las apretó. Y era capaz de sentir como mi corazón, disculpas, como los pedazos de mi corazón se apretaban entre sí y contra la piel de mis manos que los aprisionaban, y nada podía hacer, mis fuerzas no estaban. Podía sentir cómo aquellos trocitos se ahogaban en sus últimos latidos asfixiados y cómo dejaban manar la sangre que alguna vez les dio vida. Cuando ya era todo silencio, entre nosotros, entre y dentro de nuestras manos, quise ver su rostro, porque no me había percatado de mirar sus ojos, de ver que expresión tendrían sus mejillas al ver que las mías se estrujaban de pena, ver que mueca se dibujaba en su boca al ver que la mía ni una palabra era capaz de hacer brotar. Cuando levante la vista nada había, nadie estaba. Cuando bajé la vista a mis manos, tampoco nada había. Todo había desaparecido. No había corazón, disculpas una vez más, no había pedacitos de corazón, no estaba aquella sangre que había sentido manar de ellos, no había otras manos que acunaran las mías. Ahora menos que siempre, fui incapaz de pronunciar palabra alguna. De hacer mueca alguna. Quise gritar mis silencios pero tampoco pude. Quise correr mis pasos pero tampoco pude. Quise respirar mis ahogos pero tampoco pude. Quise hacer nada pero tampoco pude. Por eso seguí caminando, con las manos juntas delante de mí, porque ahora quería que volviese a su lugar aquello que primeramente había sido hecho añicos, y que ahora había sido robado: mis pedacitos de corazón, disculpas…mi corazón.

domingo, diciembre 12, 2010

Mujer de Venecia


Te vi en ese preciso momento en que una grupo de mascarados dejaron el sendero etéreo para que mis ojos chocaran contra ti misma. Magia aparte, tal vez realmente algo de mí chocó contra Ti pues tus ojos hirieron a los míos, con una estocada perfecta, digna del más hábil entre los samuráis. En ese momento pensé que tal vez eras la Medusa de la que habla la mitología, reencarnada quizá por obra de quien sabe qué dios, pues me sentí lo más parecido a la piedra de la que está hecho el mundo. Gris, inmóvil, pétreo. Pude ver tus ojos, o lo que creo que eran tus ojos, a través de los ojos de tu máscara. Y me mirabas. En silencio, inmaculada, insensible; clavabas esa mirada-puñal en mi carne una vez para volver a hacerlo una vez más, una vez más, sintiendo como la carne comienza a desgarrarse en sensaciones que no encuentran analogía en las palabras. ¿Cómo es que sea posible encontrar tanto placer en tanto misterio? Pues nada de Ti podía ver, pero sentía que podía verte completamente en la esencia de Ti misma. ¿Qué podría esconderse debajo de ese rostro nacaradamente pétreo y tan sutilmente inexpresivo que al mismo tiempo lo expresaba todo? Si hasta creo que podía verme en mi propio reflejo en esa máscara-tortura que llevabas y que, paralelamente, todo a cerca de Ti lo ocultaba.

Cuando el éxtasis de la agonía comenzaba a transformarse en una plegaria librada al viento, cuando todo parecía comenzar a desaparecer para ocupar el lugar que ocupan las cosas desaparecidas en lugares ocultos y olvidados, fríos y húmedos quizá, cuando ya no quedaba lugar para una sola mirada más, cuando sólo quedaba espacio para extinguirse simplemente en polvo de estrellas…en ese momento otra oleada de mascarados me arrebató de las manos-garras de una dulce y agónica extinción. Cuando esa fila de incautos encubiertos en sus trajes brillantes como el sol que acompaña a la lluvia en verano pasaron, Tú, mujer de Venecia, ya no estabas. Aquellos incautos e insensibles mascarados me devolvieron la certeza de saber que aún estoy aquí, ahora, pero me arrebataron la duda de saber qué hubiera ocurrido si un segundo, tan sólo un segundo más, tu mirada me hubiera desagarrado; me arrebataron la posibilidad de saber que hubiera sido de mí mismo si tan sólo un segundo más, me hubieras mirado.

lunes, diciembre 06, 2010

De aquellos besos férreos

Hoy me pierdo en tus labios, una vez más, sí, una vez más, como lo vengo haciendo cada vez que mi alma se siente acongojada, triste, sola. Hoy, una vez más rozaré tus labios con mis dedos para sentir ese tibio candor húmedo que gobierna en ellos desde que los conocí, en esa apacible tarde templada de febrero, en aquellos pequeños cerros que viven en mi memoria desde aquel día. Y Tú no te rehusarás a los míos, como lo vienes haciendo desde entonces. Y ambos dejaremos que los minutos pasen en completo silencio, ese silencio que tanto adoramos y que es nuestro más fiel confidente. Hermoso terreno carmín, lugar en el que mis labios encuentran asilo cada vez que ellos lo necesitan, dulce espacio en el que las palabras pierden su esencia dejando su espacio para los besos, ingenuos y desesperanzados, tiernos y cálidos, la pasión consumada en su máxima expresión, la etérea pasión condensada y materializada en algo casi palpable a los sentidos. Y los minutos pasarán y pasarán: despreocupados, mansos, tranquilos…Y así será hasta que nuestros labios se conozcan una vez más. Y comenzarán sus eternos juegos, sus eternas idas y venidas, sus eternos ida y vuelta; se rozarán para sentirse uno al otro, para poder convertir esos minutos fugitivos y etéreos en pequeñas gotas de tiempo, eternas, que perdurarán sobre ellos quien sabe cuánto: quizá una eternidad, quizá dos, o tres. Y ellos reirán, tal como lo hacen los nenes en las plazas, y jugarán, tal como lo hacen los nenes en los parques, se buscarán, se encontrarán, se rozarán, se reconocerán. Y así estarán, hasta que de tanto cariño y fulgor nazca ese gusto deliciosamente férreo que tanto amamos, que es para nosotros la muestra fehaciente de nuestra pasión, de nuestra tristeza. Ellos sangrarán una vez más, una vez más. Y reiremos, y lo haremos a carcajadas, porque sabemos encontrarnos en donde nace la tristeza, porque no convertimos nuestra eterna tristeza en cariño, sino que la mezclamos con cariño y disfrutamos de ello. Porque no cambiamos las cosas, sino que las vivimos tal como ellas son en su naturaleza. Y las disfrutamos así. Porque amamos compartir la tristeza que vive dentro de nosotros...

martes, noviembre 30, 2010

Muchacha Punk, de Rodolfo Fogwill



“…colgaba otra cadena, más gruesa, que caía sobre su cuello libremente y acababa en la miniatura de la lata de Coke, de metal dorado y esmalte rojo que siempre iba y venía rozándole los rubios pelos, el hombro, y el pecho, o golpeaba la copa verde provocando una música parecida a su voz, y algunas veces se instalaba, quieta, sobre su hermosa clavícula blanca, curvada como el alma de una ballesta, armónica como un golpe de tai chi…”

domingo, noviembre 21, 2010

De tormentas dentro de Tormentas...

Imprevista e ingenua. Sí, esos son las dos cualidades de esa gota que vino de lo alto, desde aquellas grises nubes que parecían como aletargadas en esa noche aletargada. Esa gota cayó hasta tocar el suelo; quisiera decir que tocó con suavidad el suelo, que imitó la caída de una suave pluma, pero no, debo decir que golpeó el suelo con violencia, violencia que quedó esparcida por el aire. E imitáronla otras tantas, otras miles de gotas, una procesión de gotas para dar lugar a lo que ordinariamente cualquier incauto diría, una tormenta. Así comenzó, con las gotas empezando a teñir los colores de otros colores algo más oscuros, liberando de la prisión desconocida hasta hoy al aroma de la tierra mojada – ¿serán las gotas las llaves de esa secreta prisión que encierra ese mágico aroma? – Cuando ya todo era humedad y colores apagados, cuando todo parecía que todo sería una sucesión de cuadros idénticos, el primer relámpago surcó el cielo en una especie de gigantesco chispazo efímero y seguidamente, sin hacerse esperar demasiado, quizá por competencia o qué sé yo, gritó presente el primer trueno, con esa voz ronca y potente. Y de la misma manera que sucedió con las gotas, comenzó el desfile de relámpagos seguidos de truenos desfilando por el cielo, por el aire, delante de estos dos pares de ojos que sin decir palabra alguna hasta entonces eran los mudos espectadores del momento. Así siguieron esos dos pares de ojos, viéndolo todo, así siguieron esos dos pares de oídos escuchándolo todo, aunque esos dos pares de labios nada dijeron. Cuánto tiempo paso, nadie lo sabe. A nadie le importó. El espectáculo seguía y entonces una voz se dejó oír: “otra tormenta ha de empezar, una tormenta ha de empezar dentro de otra tormenta”. “¿Una tormenta dentro de otra tormenta?” repitió Ella para sí misma. “No lo comprendo”, agregó. “Afuera caen gotas frías, afuera estallan los efímeros relámpagos que cabalgan en indomables truenos, mientras que aquí, en este cuarto, dentro de estas dos pares de paredes, estallarán las caricias, explotarán nuestros labios en trémulos besos, nuestras almas se fundirán en un único abrazo…” dijo él. Aunque no pudo terminar de encadenar las palabras, porque unos labios dulcemente opresores, los de Ella, imperceptiblemente ya se encontraban posados en los de él. Afuera, la tormenta continuaba su ininterrumpido desfile, adentro, recién acababa de comenzar…

domingo, noviembre 14, 2010

Madrugada/Amanecer de Domingo

Y la noche quedó detrás de mis espaldas, el calendario dirá que hoy es domingo, el reloj dirá que son las 7:11 AM, el sol dirá que este es un nuevo amanecer, los benteveos y los gorriones dirán que este es un nuevo día. Sin embargo, mi mente seguirá girando, andando, caminando dentro de mi cabeza. Una madrugada pasó, una madrugada más que deja paso a una nueva oportunidad. Este nuevo sol, bordado en este nuevo cielo azul profundo, es el reflejo mismo de una nueva oportunidad, una nueva oportunidad de creer que todo vuelve a empezar (deja vu!! En este momento!!), que la vida me permite jugar una vez más, una nueva chance de creer que aún puedo llegar a ser aquel que ayer no fui, que hoy y ahora no soy, y que mañana tampoco seré. Y puedo sentirlo, puedo ver que las cosas renacen, que los sentimientos vuelven a ser lo sinceros que siempre fueron, que este fresco ambiente y esta brisa, apacible y despreocupada que no pide permiso y se cuela por la ventana, llegan profundo, tocanme el alma. Puedo ver el sol sin encandilarme, puedo sentir el fresco sin tiritar, puedo sentir sin temer. Ven nuevo día, con tu nuevo aire a cuestas, con nuevas hojas arrancadas de las ramas, con nuevos aromas desprendidos de las flores, con nuevas abejas ensimismadas en fabricar la versión material de la dulzura misma, con nuevas mariposas en busca de delicioso néctar para libar, ven nuevo día y dame la oportunidad de hacer sueños realidad, dame la oportunidad de jugar una vez más, una vez más.

martes, noviembre 09, 2010

Hoy. Ahora.

Hoy. Ahora. Ahora solamente seamos nosotros, al mismo tiempo que somos todos los demás, todo el resto del mundo. Simplemente seamos, y juguemos, juguemos hasta que el tiempo se nos acabe y no nos quede más de él, dejemos que se escape por entre nuestros dedos, cual arena de esos relojes vítreos, pero no sin disfrutarlo. Seamos los niños que fuimos antaño y que dejamos de serlo porque olvidamos que la vida es un eterno juego. Corramos. Caminemos. Sonrojémonos. Dejemos simplemente de ser algo para ser algo más, algo que una vez fuimos pero que hoy no somos porque tememos ser. Tómame de una mano, aférrala. Yo posaré mi otra mano suavemente en tu cintura, con la misma delicada suavidad con la que se posa una mariposa en alguna flor olvidada por todo el resto del mundo. Y así bailemos. Bailemos juntos, lento, ojos enfocando otros ojos-espejo, con la respiración entrecortada por el éxtasis de la emoción, sintiéndonos sentirnos, frente al resto del mundo, frente a los flashes de bombillas apagadas, o solos, qué más da. Si el momento es nuestro, solamente nuestro. Si la vida es nuestra. Y así hasta que todo termine. Y si pecamos qué más da. Si alguien nos juzga, riamos. Porque fuimos felices. Porque seremos felices sabiendo que alguien, alguna vez, en algún tiempo, escribirá sobre nosotros; algún escritor al que llamarán maldito contará nuestra historia. Porque, según algunos y muchos quizá, ese escritor maldito dirá que reímos porque fuimos-somos felices. Bailemos…

sábado, noviembre 06, 2010

Una Fotografía



La magia que reside en una fotografía. Hoy por hoy no tengo idea de quien es la niña que me acompaña en el baile. No se que será de su vida ni nada... Pero es quizá la fotografía que más me agrada de las que conservo. Realmente me agrada muchísimo y no se porqué. Quizá en eso desconocido reside el agrado...

lunes, noviembre 01, 2010

de aquel corazón roto en pedazos

Yo lo vi caer. Yo fui testigo de su caída. Como si hubiera recibido una flecha certera, que impacta su objetivo justo en donde debía de impactar, como aquel guerrero que cae en medio de la batalla derrotado, como un viejo árbol alcanzado por un rayo en una cálida noche de tormenta. Así lo vi caer. Como un cántaro soltado por la mano que lo sostiene, entregado a los efectos de la gravedad y las leyes de Newton. Así cayó. En silencio, abatido, y se desparramó en mil pedazos, en miles de ellos quizá. Así fue como mi corazón cayó a sus pies cuando la vi.

martes, octubre 26, 2010

de la seda y la brisa

Ella llegó como una mantilla de seda flotando en el viento, mecida a merced de aquella corriente de aire invisible que no se ve pero se puede sentir. Aunque a decir verdad nunca pude llegar a comprender si en realidad Ella fue la mantilla flotando, o el viento pasando. O ninguna de las dos cosas…

domingo, octubre 24, 2010

/// un dibujo ///


Recuerdo como mi madre siempre me dijo que debía dedicarme a dibujar ....
A veces despunto el vicio de tomar el lápiz... jeje...
Fuu, un personaje de una serie de anime: Samurai Champloo...

martes, octubre 05, 2010

Rocket Man .... Elton John

Una canción que me llegó muy profundo, a pesar de no ser muy seguidor de Elton John, por la manera casual en la que la descubrí.

lunes, octubre 04, 2010

de puertas nunca cruzadas....

Fue justamente cuando la relación entre mis pasos a dar y la posición de la puerta, inmóvil, pétrea testigo del momento, era inversamente proporcional. Fue justamente en ese momento cuando aquellos sonidos comenzaron a sonar: Tell me where it´s hurts ¿Tan bien me conocías como para saber que si una canción había de detenerme justamente sería esa? Macabra y deliberada decisión la que tomaste –ay! De mi pobre yo– la de detenerme en mi marcha hacia la puerta y salida de ese mundo que hacía tiempo me sentaba espeso y abotagado. Oscura atmósfera, pero no tan oscura como tu alma misma y tu flagelante deliberación. Porque bien sabías – eso me constaba – que no iba a detenerme por una cuestión física, porque si bien tu apariencia física producía una especie de ciega e ingenua obediencia en mí, era sólo necesario plantar una pseudo posibilidad de iniciar una discusión entre ambos, para que siempre todo terminara en cariñosas exposiciones de teorías y teoremas de inexplicables filosofías – ay! Cuanto me gusta discutir con esa niña que aun sobrevive en Ti misma – para luego volver a la apacible tensa calma que reinaba en nuestros días. Así me detuve sobre mí mismo, como una cuasi estaca de madera clavada por el sonido de algunos acordes que llegaron hasta calar el alma misma, mi alma misma. De pie, como un soldado plúmbico, gris, así estaba. Palabras no había, salvo las que salían de la canción que aún seguía sonando. Y sabía que ahí estabas Tú – malévola hechicera – esperando que de media vuelta, que mis pies se movieran por sí mismos hacia tus manos, esas manos que muchas veces me habían amparado, que habían cobijado a esta compleja maraña de anudados sentimientos y sensaciones, que diariamente despertaban a tu lado. Y no tenía ya razón para que esta vez – ¡una vez más! – no sucediera lo que tan bien sabías que iba a finalmente suceder. Tus manos acunaronme – cuan cálidas se sentían, tan suaves como la seda misma que tan bien conocían nuestras emociones – nuevamente. Una vez más tu olor – ese aroma tan hermosamente apacible y candorosamente misterioso – me envolvió en esa especie de éter – insondable éter – en que mi alma caía cada vez que él la rodeaba por completo, y mi alma se volvía tan mansa como un russian blue arregazado en un día plomizo y lluvioso de enero, bajo la misma mano que, además de procurarle su comida, lo acuna con estudiadas y blandas caricias. Baby don´t lie me… Ya no había lugar para reproches, para discusiones, para deliberaciones, ya no. Eso se había perdido no en el momento en que tus manos ahuecadas sostenían mi rostro – aun pétreo y sutilmente expresivo – sino en el momento mismo en que me había levantado mirando la puerta que jamás llegaría a cruzar. Porque bien sabía que no iba a marcharme de esa atmósfera viciada y poco sosegada de emociones flotando en toda ella, porque solamente no deseaba cruzarla. That´s the truth… Y una vez más, no la crucé.

martes, septiembre 21, 2010

...de los hombres y la primavera....

"En vano los hombres, amontonados por centenares y miles sobre una estrecha extensión, procuraban mutilar la tierra sobre la cual se apretujaban; en vano la cubrían de piedras a fin de que nada pudiese germinar en ella; en vano arrancaban todas las briznas de hierba y ensuciaban el aire con el carbón y el petróleo; en vano cortaban los árboles y po­nían en fuga a los animales y a los pájaros; la primavera era la primavera, incluso en la ciudad. El sol calentaba, brotaba la hierba y verdeaba en todos los sitios donde no la habían arrancado, tanto en los céspedes de los jardines como entre las grietas del pavimento; los chopos, los álamos y los cerezos desplegaban sus brillantes y perfumadas hojas; los tilos hin­chaban sus botones a punto de abrirse; las chovas, los gorriones y las palomas trabajaban gozosamente en sus nidos, y las moscas, calentadas .por el sol, bordoneaban en las paredes. Todo estaba radiante. Únicamente los hombres, los adultos, continuaban atormentándose y tendiéndose trampas mutuamen­te. Consideraban que no era aquella mañana de primavera, aquella belleza divina del mundo creado para la felicidad de todos los seres vivientes, belleza que predisponía a la paz, a la unión y al amor, lo que era sagrado e importante; lo im­portante para ellos era imaginar el mayor número posible de medios para convertirse en amos los unos de los otros."
Extraído de "Ressurrección" de Liev N. Tolstoi...
Qúe más agregar.....pensar que lo escribió a finales del siglo XIX.... y nada cambió....

sábado, agosto 21, 2010

de azahares...

Ambos caminaban por la misma vereda, en la misma dirección, pero en sentidos opuestos. Y siguieron haciéndolo. Así fue como caminaron hasta ocupar la misma baldosa. Con un beso anhelado se saludaron. Como sintiéndose sonrojado, aquel naranjo, que les regalaba su sombra sin esperar retribución alguna, les dejó caer una de sus flores que por obra de vaya a saber qué fuerza invisible y del viento mismo se posó sobre los cabellos de Ella. Cuando el beso terminó y ambos se alejaron un poco para verse los ojos, él se dio cuenta de aquel presente entregado en el más hermoso de los silencios; y sonrió, y Ella se percató del azahar en su cabello y también sonrió. Y volvieron a besarse, sintiendo el aroma de aquel precioso regalo del olvidado naranjo. Luego se abrazaron y miraron al naranjo, que ya no tenía nada de olvidado, pues él y Ella posaron su mirada en aquel fruto de la naturaleza misma. Y se sintió sonrojado una vez más, aunque también agradecido por el amor que él y Ella dejaban escapar de sí mismos, haciendo de esa tarde soleada un momento único. Y agradecido por tanto cariño entregado y ayudado por una brisa bienaventurada, les entregó un azahar más, que ambos esperaron hasta que suavemente se posó en sus manos, y lo acunaron como a un precioso y frágil regalo. Una mirada más y él y Ella se despidieron de aquel ya no olvidado naranjo, porque cada vez que él y Ella caminan delante de él se detienen, le regalan una mirada, y él, Ella y el naranjo sonríen.

sábado, agosto 14, 2010

de palabras pronunciadas.... o no ...

Y Ella entró, camino hasta él, que estaba sentado en el borde de la cama. El apenas levantó la vista, aunque pudo sentir el aroma del café recién preparado por Ella y vio cómo se lo ofrecía gustosamente. Un gesto innecesario quiso decir él, sabiendo que realmente estaría mintiendo pues sí deseaba aquella taza de café, pero actuaba como sus padres se lo habían enseñado, siendo siempre educado, agradecido, intentando mostrar que cualquier cosa hecha para él por otra persona era una molestia. No debiste…, se encontró ofreciéndole a Ella a cambio de la taza. Sin embargo, no pudo terminar la frase. Sintió que casi tampoco podía tomar el café. Su garganta tomaba vida y se anudaba a sí misma. Ese nudo en su garganta, sus lágrimas comenzando a brotar de su húmedo par de ojos, su espalda presa de temblores y espasmos solo percibidos por él mismo hiciéronle creer que su mente había perdido el dominio de su cuerpo. Aunque nada más dijo, no aun. Ella tampoco. Sintió como la cama comenzaba a tornarse cada vez más áspera y menos confortable, aunque bien sabía que era sólo la sensación del momento. Aunque nada dijo, no aún. Ella tampoco. Como siempre sucede en momentos como éste, el tiempo parecía durar más, como si cada minuto tuviera una regalía de más minutos. El sintió que la taza estaba fría, no tanto como su corazón, pero sí estaba fría. Para cuando la vio estaba, además, vacía, aunque no fue capaz de saber en qué instantes había tomado su café. Y nada más dijo, no aun. Ella tampoco. Y así estuvieron quien sabe cuánto tiempo. A quien ha de importarle saber. Para cuando él le devolvió la taza, Ella pudo ver como sus ojos reflejaban cuan frío estaba su corazón. Y en ese ínfimo momento comprendió que nada iba a decir. Y Ella tampoco nada iba a decir. Así fue como él se levantó, casi sin mirarla, casi sin nada. Y ahora fue él quien pasó por la puerta que Ella misma había atravesado con la taza de café en su mano. Así fue como se separaron. Sin saludos, sin adiós, sin besos, sin más lágrimas derramadas. Ahora tendrán tiempo, ahora tendrán toda una vida para pensar que habría dicho Ella si él hubiera dicho lo que no quiso decir, tendrán toda una vida para pensar que hubiera dicho Ella si hubiera escuchado lo que no pudo escuchar...Pero poco tardaron en darse cuenta que Ella habría dicho Te Amo si él hubiera dicho Te Amo, aunque él no lo dijo pues esperó quien sabe cuánto a que Ella le dijese Te Amo.

miércoles, agosto 11, 2010

de lágrimas amorosas...

Ella caminó hasta su computadora para colocar aquella canción que él le había regalado hacía unos días antes. Cuando los sonidos comenzaron a escucharse su alma se inquietó placenteramente, y más se inquietó cuando ella se acercó hasta abrazarlo por su cintura. Podría escuchar mis latidos, pensó él, pues su corazón era presa de una alegría que nunca antes había sentido. Ella posó sus ojos en los de él, él en los de Ella. Para cuando Ella cerró sus ojos y comenzó a acercar sus labios a los suyos, él era cautivo de una temblorosa y temerosa alegría, sin embargo colocó su cabeza junto a los oíos de Ella diciéndole cuánto la amaba en un susurro efímero. La canción seguía sonando, los acordes seguían en sucesión, y no pudiendo soportar tanta emoción dentro suyo, él miró sus ojos, ambos se miraron nuevamente, y el beso fue el desahogo de tanto amor contenido, de tanta pasión postergada por años y años. Ya nada había que decir, ya nada había que agregar, todo sería redundar. Así fue como ellos se besaron, así fue como ellos cumplieron un deseo que sólo parecía posible en los cuentos mágicos. Y siguieron besándose, abrazados, bailando, besándose, hasta que las lágrimas brotaron de sus ojos, lágrimas que resumían tanto amor, tanta pasión, tanta emoción, pero ellos no sabían que esas lágrimas eran el prefacio del comienzo del fin de su amor…pero nadie ha de culparlos, pues quién puede culpar a alguien de ser feliz, aun cuando esa felicidad dure lo que dura una burbuja en el aire…

lunes, agosto 02, 2010

A Tí y tus 6 cuerdas

Te amo, porque siempre estás de pie, erguida sobre Ti misma, a pesar de todos tus pesares que no son pocos ni muchos. No dices nada si no hay nada para decir, pero tu palabras son las más dulces notas que soy capaz de escuchar y tus silencios son lo más llenos de sonidos que jamás podría escuchar. Te amo por lo que eres, porque no pides nada, porque no reclamas nada, porque todo lo das, porque te entregas en toda tu hermosura sin esperar nada cambio, porque justamente eso es amar, no esperar nada. Y tú lo haces. Sabes que mí brusquedad y poca fineza no logran tapar la delicadeza con la que siempre voy a tratarte, porque tal vez mis dedos algunos días no sean los más suaves pero siempre son los más llenos de cariño y ternura. Porque injustamente habrá días en los que a través de Ti desahogue mi eterna tristeza, mis penas, mis miserias, pero, al igual que lo vienes haciendo, siempre estarás ahí, aguardando mi desahogo. Y ofrecerás tu cuerpo para ello, ofrecerás tu esencia en mi causa, te ofrecerás a Ti misma en causas que la sientes como tuya. Y nada pedirás a cambio, y nada acotarás, sólo dirás mis egoístas palabras que hablarán de enojo, de culpa, de miseria, de tristeza, de tristeza. Te amo porque saturas de tristeza el aire cuando lo que necesito es respirar tristeza. Te amo porque tienes la libertad de estar condenada a mí. Porque así lo quisimos, así lo decidimos, así lo haremos, así se hará. Te amo porque siempre eres Tu misma, sin ser otras. Te amo porque sin decir nada lo dices todo.

sábado, julio 31, 2010

Sobre una taza de Café

Sobre una taza de café me decías que debías irte, que el cielo con todas sus estrellas estaban esperando por Ti desde hacía mucho tiempo. Sin dejar caer lágrima alguna escuché esas palabras, pude sentir sin inmutarme que esas mismas palabras penetraban en lugares que aún no habían sido descubiertos por ninguna otra sensación anterior, sentí sensaciones que carecen de palabras que puedan siquiera dar una imagen cercana de ellas. Tus ojos fijos en mi alma, mi alma fija en tus ojos, mi cuerpo sereno, mis ojos dejaban translucir una inquieta serenidad, el tiempo despreciado por aquellos dos seres que se desvanecían en sus últimas miradas, tus ojos engendrando las lágrimas que los míos no eran capaces, el momento a punto de chocar contra sí mismo para poder crear ese todo del que seríamos parte cuando las individualidades dejaran de existir, cuando todo se haya ido: ella, yo, yo, ella, nosotros. Así fue como nos fuimos, con más de lo que vinimos, con la certeza de que volveríamos a vernos: en otro momento, en otro tiempo, en el mismo cuerpo, en otra alma…

miércoles, julio 28, 2010

Nice!

Nice!!

si un poco de oscuridad no viene mal de vez en cuando

...quedo fantástico....

más abajo el fondo se pone más oscuro...


saludos....

jueves, julio 22, 2010

Algo + de lo mismo...

Hoy no sé qué decir, hoy no encuentro las palabras indicadas ni las que no lo son para poder describir lo que siento dentro de mí. Y justamente hoy deseo poderte decir lo que siento, pero no lo logro aún. Tal vez sea porque en realidad las palabras que existen ni si siquiera se asemejen a los que realmente siento, quizá porque realmente no existen palabras que definan lo que siento por Ti. Por eso tal vez mirarte en completo silencio sea lo que mejor describe mis sensaciones, porque estar contigo sin decir nada quizá sea lo que realmente quisiera decirte. Quizá sólo decirte nada es lo que deseo decirte.

The Rusia House - La Casa Rusia

Es el título de la ultima novela que lei...y me soprendió totalmente. La manera en la que escribe John Le Carré me fascinó, o por lo menos en este libro (aun no lei otro del mismo autor)...
Copio estos fragmentitos, que me llegaron hasta lo profundo...

“Ella no lloraba. Ya no sonreía. Ojos negros, lógicos, escrutando como los de él. Un abrazo sin reservas, sin codicilos ocultos, sin letra pequeña agregada al contrato.” (Cap. XIV, La Casa Rusia, de John Le Carré).

“Estaba creyendo en todas las esperanzas que yo había sepultado conmigo cuando elegí el seguro bastión de la desconfianza infinita con preferencia al peligroso sendero del amor”. (Cap. XVII La Casa Rusia, de John Le Carré).

lunes, julio 12, 2010

Into the Moonlight...

Pasa, sin golpear la puerta, sin toc-toc, sólo entra casi sin pasar. Estaré enfrente de la ventana, de espaldas a Ti misma, solo iluminado por la luz de la Luna, entrometida y hermosa compañera de sensaciones que todo lo sabe de mí, porque todo lo se dije y todo se lo confesé. Tal vez por eso justamente puedo mirarla sin temores y sin vergüenza, porque siento que ella es capaz de verme tal como soy, sin más ni menos, simplemente como soy yo mismo. No, no, no digas nada, porque todo está dicho, porque todo ya se dijo, porque decir algo sería escribir sobre lo escrito, porque pronunciar siquiera una palabra sería redundar. Sólo deja que el momento fluya, sin forzarlo; sólo entra, camina hasta mí, abrázame, bésame, sin decir nada aunque sintiéndolo todo: tu respiración, la mía, tu corazón, el mío, tus manos, las mías, tus labios, los míos, mis lágrimas, las tuyas. Démonos un último beso, un último beso que lo termine todo, para siempre, para nunca, para dejar este mundo y pasar a la eternidad de la que gozan las almas que alcanzaron el amor, o que el amor las alcanzó. Simplemente besémonos sin decir nada, sintiéndolo todo, y vámonos.

jueves, julio 01, 2010

una reflexión que llego a mi mente...

Sencillamente, vivir en el pasado pensando en el futuro es desperdiciar el presente…

sólo sentir

Si tan sólo pudiéramos abstraer nuestros pensamientos de todo lo que sentimos. Si tan sólo pudiéramos simplemente ver, oír, sentir, sin enmarañar las cosas con pensamientos surgidos de nuestra enmarañada mente. Si tan sólo pudiéramos sentir la esencia de las cosas, sin buscar entender con la mente aquello que es dominio del entendimiento del alma. Si pudiéramos hacerlo, todo sería tan hermoso por la simpleza de cada cosa. Porque veríamos solamente lo que existe y lo que no existe en su misma esencia, esa esencia simplemente hermosa y sencilla de lo que está hecho todo...

sábado, junio 26, 2010

Alexander Supertramp




Este flaco tuvo la posta........

Un pensamiento...

La debilidad no está en sentirla dentro de nosotros sino en no poder ser capaces de superarla…Pues es fuerte quien es capaz de conocer sus debilidades y ser capaz de sobreponerse a ellas. Fuerte es aquel que se sabe débil, encontrando fortaleza en sus debilidades.




“Porque el hombre que huye de lo que teme, acaba comprobando que sólo ha tomado un atajo para encontrarse con ello” (extraído de Los Hijos de Húrin, de J. R. R. Tolkien).

Lothlorien

Luego del 1º post de Bienvenida, paso a explicar el porque del nombre de mi dirección del blog.

Lothlórien
El nombre de mi blog lo tomé de la literatura de J. R. R. Tolkien, el autor de El Señor de los Anillos. Pero no lo tomé de esa trilogía de textos, sino de Valaquenta, texto incluido generalmente en El Simarillion, otro de sus libros. Concretamente, Lothlórien hace referencia a los jardines que eran la morada del Valar Irmo, el patrono de los sueños y de las visiones. Quienes están familiarizados con la literatura de Tolkien entenderán un poco más. Pero básicamente, mi agrado por el término Lothlórien viene de hace algunos años ya, cuando escuché el soundtrack de las películas, y la canción Lothlórien (pista 14, ja!) me impresionó enormemente por sus sonidos. Recuerdo que la escuché consecutivamente una y otra vez, por unos 20 minutos. Y sí, lloré en la mayoría de ellos. ¿Por qué? Sinceramente no lo sé. Solamente las lágrimas salieron de mis ojos sin desearlo y no me preocupé de ello. Fue una conjunción de hermosas sensaciones que sentí de repente. Un par de años más tarde comencé a leer a Tolkien, y entendí a qué hacía referencia la palabra Lothlórien. Sí, siento particular gusto por los espacios con plantas y entre ellas los jardines. Adoro ese silencio de palabras humanas mezclado con sonidos naturales que hay en muchos de ellos, los colores que brindan las plantas, las texturas, los aromas. Me generan abundancia se placenteras sensaciones. Por eso decidí llamar a este espacio Lothlórien, una especie de jardín virtual hecho por mí para todo aquel que desee estar
¡Buena Estadía!

Hello Hello!!

Bienvenido a todo aquel que esté por aquí, sea cual sea el motivo por el que llegó hasta este rincón virtual, espacio de deliberaciones de mi alma y de la lucha que entabla con mi mente, polos opuestos encerrados en el mismo cántaro que es mi cuerpo.
Mis padres decidieron llamarme Carlos Marcelo Bustos, aunque respondo comúnmente más a modificaciones de mi primer nombre, entiéndase Charly, Chars, Charls, Charles y algunos otros derivados de sobrenombres de secundario (?).
Mi propia elección me llevó a que actualmente mis días transcurran en el estudio de Licenciatura en Biotecnología, carrera de grado dictada en la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la Universidad Nacional de Tucumán. No, no es una carrera difícil, aclaro porque casi todas las personas que me preguntan qué estudio me preguntan lo mismo: ¿es difícil esa carrera no? Sencillamente no lo es.
Como actividades extras, por ponerles una denominación, practico Pakua (un arte marcial) y aprendo autodidácticamente a tocar la guitarra (aunque a decir verdad, ahora poco contacto tengo con la guitarra por cuestiones de horarios).
Como comentario extra de presentación, deseo agradecerle profunda y sinceramente a María Florencia. ¿Por qué? Porque, si bien conocía la existencia de Blogspot.com, fue por ella que encontré motivación para crear este espacio para poder compartir mis sensaciones y pensamientos con quien desee hacerlo. Para dedicarme a plasmar en escritos aquellas sensaciones que mi alma va sintiendo cada día y aquellos pensamientos que mi mente se empeña en tejer, intentando desenmarañar todo aquello que no parece poco simple de entender. ¡Sí!, menuda empresa emprende mi mente cada día. Les dejo su dirección de blog:
www.mariacolores.blogspot.com



Como suelo decir y decirme, ¡veremos que sale de todo esto!



Carlos (para casi todos Charly jaja)