martes, mayo 03, 2011

Entre Victoria Francés y la Realidad

Si entras a mi habitación me verás sentado en el suelo, a la par de la cama. En el regazo estará mi guitarra, que quizá es lo único que es de mi propiedad, sin tener en cuenta aquella tristeza astral que vaga por cada una de las fisuras de mi alma; que a veces gana la batalla interna y se enarbola gloriosa llevando en su mano derecha la espada de la victoria con la que desgarra cualquier intento de sofocarla con alguna idiota aventura; y en su mano izquierda algún pedazo de mi propia identidad, sobre la que se autoproclama dueña y Señora. “Es tan fácil romper un corazón” grita un Miguel Mateos encerrado en los speakers.

Mi mano derecha sostendrá algún recuerdo añejo como las Lavandas de Fulton y que aun intento evitar que se oxide, de tanta lágrima concentrada que dejo caer de vez en siempre. Y una vez que el óxido gana la partida, y se propaga, más dolor genera. Porque en un intento de borrarlo, los abrasivos desgarran la carne frágil.

Mi mano izquierda retendrá los acordes menores de una canción oscura, inspirada en algún tema de The Cure quizá, pero que tomé la historia como propia y en la que me desangro un poco cada vez que la toco. “I know i'll never really get inside of you / to make your eyes catch fire”.

Sobre la cabecera de la cama, en la pared, estará colocado un dibujo de Victoria Francés, de esos en las que se puede ver a una chica gótica llorando lágrimas hemoglobinizadas sobre alguna tumba pétrea y fría, escudriñada por un oportuno cuervo azabache de ojos penumbrosos, y que lleva en sus plumas el polvo de una montaña de amores erosionados, de esos que alguna vez fueron y que hoy no lo son.

El aire emponzoñado de melancolía, cargado de estridulaciones que lamentan los designios de dioses malévolos, acompaña la instantánea. Si tienes suerte, por la ventana podrás ver la Luna. Esa Luna en la que a veces cuando la veo fijo, desde adentro, jamás desde afuera, me parece ver el rostro de ese destino burlarse de las llagas que marcan mi alma y que intento suturarlas con algunos hilos de arañas curiosas, que anidan en los cajones de una memoria de recuerdos polimerizados en una masa amorfa y sin sentido.

Si te veo entrar por esa puerta, sabré que por fin he cambiado de mundo y que ahora volvemos a estar en el mismo. Hasta quizá, como recompensa, algún periódico me dedique algunas páginas…


8 comentarios:

Noelia Palma dijo...

Carlos, seguramente tu guitarra es lo único que tenés...

aunque se dice por ahí que uno verdaderamente tiene todo lo que pierde...!mil besos

Mar dijo...

Que panorama más desolador! Dan ganas de echarse en la cama y dejarse morir, a no se que el/ella vuelva; seguro que la cosa cambiaría a mejor.

Bss.

Esilleviana dijo...

Sé que nunca conseguirá dentro de ti
Para hacer que sus ojos un incendio
La forma en que debe
La forma en que el azul podría tirar de mí en
Si sólo.
Por lo menos voy a perder este sentido de sentir algo más.
Que se oculta
De mí y usted
Hay mundos por parte
Con dolor se ve y rompiendo corazones
Y todas las oraciones las manos que hacen
Oh, acabo de tomar tanto como usted puede lanzar...

Busqué la traducción de la canción que te provocaba tanta nostalgia y me encantó. Será que sentía cierta predisposición, después de leer y percibir tus palabras.

¿podría cumplirse tu deseo? espero que alguno se consuma.

un abrazo

Kris Diminutayazul dijo...

mil gracias por tu visita y tus comentarios :)
cambiar de mundo no sé, pero la vida puede girar tan deprisa y dar una de vueltas en tan poco tiempo...

eMiLiA dijo...

Ver la luna desde adentro... qué imagen más fascinante.

Quedé suspendida allí, quizás te encuentre.

Abrazo!

Carlos dijo...

Noe: me quedo con esta frase "uno verdaderamente tiene todo lo que pierde". No la conocía. ¡Gracias!

Mar: Justamente la idea fue esa: pintar un cuadro de desolación en donde el camino que queda es terminar con todo para volver a empezar. :)

Esilleviana: el tema es A Letter to Elise, de The Cure. Adoro ese tema, y lo escuchaba mientras escribía este relato. Tiene una letra fascinante ciertamente.

Kristel: sin duda alguna que la vida gira tan deprisa y da tantas vueltas. Esa es la magia seguramente. :)

Emilia: Quizá me encuentres. Siempre que tengo la oportunidad miro a la Luna ¡Tiene tanto para decirnos!

Les agradezco por pasarte a leer este relato.
¡Abrazos!

Esilleviana dijo...

Gracias Carlos
por tus comentarios y palabras.
Son muy agradables.

un abrazo.

Alasdepapel dijo...

Me ha gustado mucho la verdad. Adoro the cure, los dibujos de victoria francés.

Te seguire leyendo un besito